El autor analiza las circunstancias
político-sociales que llevaron al agotamiento de las formas de hacer política
en Venezuela y cuyo estallido se observó en los sucesos ocurridos en 1989.
También estudia el papel de los organismos de seguridad del Estado y la crisis
de la “sociedad democrática” nacional, de cara a la transformación política
iniciada en nuestro país a partir del año 1998, cuando el pueblo consiguió
apoderarse de espacios que otrora fueron monopolizados por la antigua clase
dirigente venezolana.
En esta obra se ha recogido apenas un aspecto de la enorme labor de
Andrés Bello, el literario, conformado, justamente, por poemas, estudios
literarios o gramaticales y, en fin, lo sustancial del escritor de aquellos
tiempos de fundación.
Esta antología es apenas una
de las puertas por donde ventila una obra poética cuyo roce con lo cotidiano le
ha valido al autor desparpajo y franqueza, permitiéndose versos en los que
gusta pelearse y reconciliarse con la poesía, cortejar y reprochar la
infidelidad de la palabra o en los que, simplemente, la risa es una manera de
encarar, entre otras cosas, los artilugios de la muerte y la presencia
inevitable del vacío.
El autor, atraído por la riqueza del lenguaje
venezolano, se dedicó pacientemente a registrar, en esta obra, el origen de las
voces y frases más pintorescas que escuchó por estas tierras. Con una prosa
amena y asequible, alejada de cualquier academicismo, se revelan los orígenes
de algunas de nuestras expresiones más populares como coroto, ñapa, manguareo,
papagayo o gandola, entre otras. Una
obra
imprescindible para conocer más profundamente el habla del venezolano.
Esta obra es un apasionante estudio sobre ese mágico
espacio geográfico, emocional e idiosincrático conocido como el Caribe. El
autor hace un recorrido por las distintas manifestaciones religiosas que aún
perviven en ese Caribe, donde vibran nuestros ancestros africanos: regla de
ocha, vudú, abakuá, Regla de Palo Congo. Se detiene también en el elemento
simbólico y humano más irreverente de nuestra conformación como nación Caribe:
los cimarrones, quienes con su lucha desigual pero sin cuartel, y mediante la
rebelión y la resistencia, contribuyeron a la independencia de los pueblos
caribeños, pero sobre todo, plantaron bandera ante la desigualdad, la
injusticia y la transculturación. Caribeñidad es la herencia, es la lucha, es
el origen, la raíz primigenia que se niega a desaparecer ante la patética
uniformidad de la globalización.
La obra presenta los resultados de algunas investigaciones en el campo
de la Filosofía Política, poniendo especial énfasis en la forma de concebir el
proyecto político, el modelo de democracia y el proyecto de sociedad a los
cuales aspiramos, no sólo en Venezuela, sino en el contexto latinoamericano.
Las reflexiones que forman parte del presente volumen, abarcan un amplio
espectro de temas y perspectivas, circunscritas tanto al ámbito venezolano,
como a una visión mucho más amplia de la problemática que aqueja a las
democracias en el continente latinoamericano.